Aparentemente el proyecto del Titanic es la crónica del fracaso más grande del siglo XX. Contamos con indicios claros que sugieren que pudo tratarse más bien de la estafa más exitosa de todos los tiempos. En realidad la versión oficial de la historia del Titanic ha sido objeto de dudas durante muchos años, dado que tiene muchos elementos considerados inverosímiles y sin sentido, por lo que desde hace algún tiempo hemos emprendido una investigación al respecto y los datos encontrados son realmente sorprendentes.
La relación de la historia del Titanic con el boicot financiero mundial
El Titanic no fue producto de la mente de un ambicioso ingeniero o de un marinero soñador, sino que surgió de la mesa de negociación de un grupo de banqueros y por la reputación con la que cuentan estos señores ya podemos imaginarnos lo que puede surgir cuando se sientan a planear un proyecto.
El contexto geopolítico que motivó el plan
Corrían los primeros años del siglo XX, y Estados Unidos daba sus primeros pasos para superar la gran depresión económica en la que había estado inmerso, algo que a algunos pocos banqueros y empresarios que concentraban gran capital parecía no convenirles, dado que habían hecho grandes negocios beneficiándose de la crisis, haciendo préstamos al Estado y a la población en general con tasas de interés muy altas y obteniendo muchos bienes a raíz de la ejecución de hipotecas y embargos.
Sumado a esto también hay que tomar en cuenta a otro jugador muy importante en el tablero de la geopolítica mundial, y es nada menos que al Vaticano que se encontraba como un león herido con sed de venganza, debido a que que en años recientes había perdido el dominio absoluto que mantuvo durante siglos en el continente europeo, y específicamente el gobierno de Italia con la anuencia e indiferencia de la mayoría de los gobiernos del viejo continente, le había confiscado la mayor parte de su territorio y propiedades, confinando el dominio formal del papa al kilómetro cuadrado que conforma la Ciudad del Vaticano. La unión de estas situaciones incendió la chispa para crear la historia del Titanic.
La confabulación del plan
En este contexto se reúnen un grupo de banqueros estadounidenses y clérigos específicamente de la orden de los jesuitas que son los que concentran el poder real en el Vaticano (precisamente el actual papa Francisco pertenece a la misma), convocados todos por el maestro de la estafa J.P. Morgan quien era dueño de la compañía White Star Line, quien más tarde se convertiría en la “constructora” del Titanic.
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Morgan les presenta su plan, que no dejó de levantar suspicacias y algunas dudas entre los convocados, pero que luego de algunos retoques realizados de acuerdo a los intereses de cada uno logró el consenso necesario para su ejecución. El objetivo esencial era debilitar a la economía de Estados Unidos para hacerla dependiente del reducido grupo de banqueros que concentraban el gran capital y simultáneamente sabotear la economía europea para que los gobiernos de dicho continente suplicaran el auxilio del papa quien todavía seguía concentrando gran riqueza, aunque había visto disminuido su poder el cual estaba dispuesto a recuperar bajo el liderazgo de los jesuitas la orden más radical y leal a los intereses del Vaticano.
La ejecución de la estafa del siglo
Las condiciones estaban dadas, el objetivo era claro y los actores estaban decididos. Si existe alguna institución en el mundo que sabe muy bien cómo ejercer el poder de la persuasión es la iglesia católica, por lo cual puso sus servicios de inteligencia a trabajar concentrados en vender la idea del barco más seguro, opulento y majestuoso del mundo,apelando al egoísmo, vanidad y excentricidad del público, obviamente la iglesia no aparecía por ningún lado como patrocinante del proyecto pero de forma subliminal fue la principal promotora del Titanic.
El plan consistió en elaborar un caballo de Troya moderno, y presentarlo como el mejor negocio de todos los tiempos para que inversionistas de todo el mundo se animaran a invertir en el mismo, e incluso a embarcarse en el viaje inaugural.
Por lo que la historia del Titanic tal como ocurrió no fue un accidente, sino la puesta en escena de un barco diseñado para naufragar, y hacer zozobrar junto a él a las principales economías del mundo y a los financistas rivales de sus creadores.
Como dato curioso que revela la efectividad del plan en el Titanic fallecieron los tres hombres más ricos del mundo para ese momento, quienes habían invertido gran cantidad de recursos financiando el proyecto, y no quisieron dejar pasar la oportunidad de llenarse de gloria participando del viaje inaugural. Perdiendo la vida y dejando sus empresas en bancarrota, estos tres caballeros fueron invitados a las conversaciones inicialescon J.P. Morgan pero no le dieron importancia e ignoraron la cita por lo que no conocieron del plan oculto detrás de la historia del Titanic.
Un indicio clave de esta verdad es que J.P. Morgan no iba a bordo del Titanic que a todas luces era “la gran obra de su vida”, alegando una enfermedad que posteriormente se demostró que era mentira, además el capitán de la nave era un jesuita que se inmoló en obediencia absoluta a las órdenes de sus superiores, como todo buen jesuita sabe hacer, la presencia de este individuo fue clave para la ejecución exitosa del plan dando órdenes incoherentes yretrasando el pedido de auxilio.
Una mentira dicha por más de 100 años nunca será verdad, así hagan una película y la repitan todos los días, contribuye a que todos se enteren de este infortunado plan compartiendo este revelador artículo en todas tus redes sociales.
La entrada La verdadera historia del Titanic que han mantenido oculta por más de un siglo se publicó primero en Mundo oculto.
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