miércoles, 25 de diciembre de 2019

Fragmento de Nibiru destruido por interceptores de misiles

Fragmento de Nibiru destruido por interceptores de misiles

El gobierno de los Estados Unidos ha ocultado la verdadera naturaleza de una prueba de misiles de defensa que se produjo el viernes pasado frente a la costa de Hawai. Oficialmente, se anunció el lanzamiento de la primera prueba de misiles de la Armada SM-3 Bloque II, parte del programa de colaboración estadounidense - japones para contrarrestar a los misiles balísticos intercontinentales lanzados por Putin. Sin embargo, la supuesta prueba fue una cortina de humo diseñada para ocultar un esfuerzo unilateral para salvar a la raza humana de una posible extinción; para destruir o desviar un fragmento de Nibiru que se acercaba hacia la tierra a toda velocidad.

El 4 de enero, el astrónomo ruso Dr. Dyomin Damir Zakharovich advirtió al mundo sobre un asteroide del sistema de Nibiru que golpearía la Tierra el 16 de febrero. Casi inmediatamente, los gobiernos occidentales lanzaron una campaña masiva para negar la existencia del asteroide y para desacreditar al Dr. Zakharovich.

Mientras tanto, el recién elegido presidente de los Estados Unidos Donald J. Trump, encabezó una iniciativa arriesgada, una operación denominada "Buitre de Turquía", recuperando la ayuda de los líderes Angela Merkel, Kim Jong-un y Benjamin Netanyahu, con la esperanza que unidos tendrían suficiente poder para destruir al intruso cósmico antes de que se acercara a la atmósfera de la Tierra.

La Operación "Buitre de Turquía", llamada así porque Trump imaginó que nadie asociaría buitres con Nibiru, actuó con rapidez y en secreto. Los EE.UU. y otros países lanzaron simultáneamente avanzados misiles interceptores en el objetivo. Ya que acababa de salir de atrás del lado oscuro del sol, tuvieron que actuar con rapidez.

Los misiles interceptores se equiparon con revolucionarios motores creados por DARPA y utilizaron un combustible avanzado hecho de helio líquido comprimido y metano agitado, una mezcla volátil que permite que los misiles alcancen distancias y velocidades sin precedentes. Los lanzamientos se produjeron en lugares remotos o en el mar, donde es poco probable que transeúntes noten los penachos de escape.

Con la tecnología actual es fácil montar misiles interceptores con cabezas nucleares. Lo que es realmente interesante sin embargo, es que Rusia no estaba incluida en la coalición ni notificada acerca de la puesta en marcha, hasta unos minutos antes del despegue. Posiblemente Putin esté furioso por todo, pero lo hecho, hecho está. 

La operación Buitre de Turquía, fue un gran éxito. La mañana del martes, la fuerza combinada de trescientos misiles interceptores con cabezas nucleares alcanzaron el perihelio y golpearon el fragmento de Nibiru, rompiéndolo en inofensivos millones de pedazos de roca.

De todas formas no debemos caer en una falsa sensación de seguridad, el fragmento de Nibiru es la punta del iceberg, un preludio a una amenaza mucho mayor: "la llegada del sistema de Nibiru".

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