domingo, 24 de mayo de 2020

La mujer que visitó el infierno Angie Fenimore

Todos estamos muy enterados sobre estos casos de personas
que han muerto unos segundos y los resucitaron describiendo después, lugares
oscuros, túneles con una luz al final, la cual otorga un momento de paz que no conocían
y que al traerlos a la vida en el caso de atendidos medicamente, vuelven
convencidos de que hay algo más después de todo, sin embargo no todos vuelven
con esa tranquilidad, algunos se horrorizan de lo que puede esperarles.
Las experiencias de este momento sobrenatural han dado la
vuelta al mundo y sin importar que religión o creencia tengas, las personas
tienden a asociarlas a ellas con el conocimiento actual llenando los vacíos con
sus personajes, sin embargo existe el relato de una experiencia que tiene más
parecido a la película “Constantine” de lo que uno quisiera. Este es el caso de
Angie Fenimore que no vio una luz al final del túnel si no se encontró en un
lugar donde la desesperación y la desolación sería el único sentimiento que tendrías
por toda la eternidad, pero veamos más de este caso.
Muchos de los relatos refuerzan las nociones que tenemos
sobre el cielo y el infierno, en los cuales dependiendo de cuál te mereces es
donde estarás, si agregamos a este cóctel de misticismo lo que conocemos de las
religiones y creencias entonces tenemos una gran historia y un gran cuidado de
no ser parte del capítulo malo de la misma, sin embargo Angie Fenimore  no tuvo el mismo cuidado y se llevó la peor
parte que si bien para nosotros no paso mucho de que murió pero su cuerpo resistió
y se volvió a activar, para ella paso una eternidad en la más absoluta desesperación
o al menos así nos refiere.
Angie fue una mujer que el 8 de enero de 1991 intento
suicidarse debido a múltiples problemas y traumas que venía arrastrando de hace
tiempo, sufrió abuso infantil de niña y después tuvo una relación problemática que
la arrastro a tomar la oscura decisión de acabar con todo. Afortunadamente para
ella su muerte no salió bien, pero pudo saborear el amargo destino que le
esperaban por tomar la más oscura decisión en esta vida, pero que, sin embargo podía
ser remediada.
Al volver a la vida contó que tuvo la más oscura revelación del
peor lugar al que van las almas castigadas(podía ser el purgatorio), también dijo
que nada tiene que ver el lugar de fuego y lava descrito en varios lugares,
pues por lo menos eso sería algo, este lugar al que ella fue era mucho peor.
Describió que primero tuvo una presentación completa de su
vida en la que pudo ver y evaluar todas sus decisiones hasta ese momento y como
una cosa tenía que ver con la siguiente hasta desencadenar en ese momento
especifico. Pudo apreciar como si de una presentación en 3D se tratase el
momento preciso de su muerte y la culminación del suicidio, cuando de pronto
todo cambio.
Inmediatamente después llego la oscuridad, una que era
extraña pues sus ojos se adaptaron poco a poco a ella y en la penumbra pudo
distinguir un gran número de personas que estaban como ella muy cerca, las
cuales tenían expresiones pensativas y un andar lento, al apreciar sus rostros
todos parecían adolescentes.
No solo eso, se fijó que sus rostros no poseían expresión alguna,
todos miraban el suelo delante de ellos, cuando seguía observando lo que ocurría,
sintió una especie de succión de algún tipo identificando después al causante
como una entidad o fenómeno, o “cosa”, la cual la llevo a otro lugar de ese
horrible mundo.
Al darse cuenta donde estaba, vio que de nuevo estaba
en  medio de una multitud de personas,
pero ahí no había ningún niño, al estar ahí se dio cuenta que tenía una especie
de enlace con los otros individuos, capaz de conocer lo que pensaban como si de
un registro de cada uno se tratase, conocer cualquier historia con solo
desearlo, así se dio cuenta que podía conocer todo sobre cualquiera de ese
mundo.
Sin embargo también se dio cuenta que su misma mente estaba
abierta, no tenía ninguna barrera, ningún filtro, el enlace la ponía en
evidencia ante todos y al mismo tiempo no podía conversar con nadie de ellos,
no había porque, no había ningún interés, nadie tenía ninguna razón y en ese
momento sintió la soledad máxima.
De acuerdo con el testimonio de Angie, no existe nada
comparado al desespero que sintió en ese momento, el hecho de sentirse sola,
abandonada y saber que así seguiría estando condenada por siempre le genero un vacío
que nadie fuera de ahí podría comprender. Todos los que se encontraban en ese
tenebroso lugar tenían el mismo sentimiento, sus rostros no mostraban ninguna expresión,
sus movimiento no tenían ningún porque, no perseguían ningún objetivo, no tenían
propósito de ser ni estar.
No sabe cuánto tiempo paso de todo esto, sin embargo
describe otro fenómeno, pues frente a ella menciona que se le aprecio Dios, con
el cual mantuvo una conversación breve pero que sin embargo le otorgo una
especie de iluminación, pues su presencia era parte de un todo mayor y que al
rendirse y suicidarse se desvió del objetivo de su existencia. Al final quedo
claro para ella que fue su Dios quien la salvo (para ella fue Jesús), o al
menos quien le dio la posibilidad de poder volver para ser salvada. 
Todo lo que
cuenta que vivió pudo haber pasado en bien en un día o tal vez, duro un año, sin
embargo despertó en el mismo mueble donde se recostó para morir, completamente
cambiada, convencida de que debía darle a la vida un nuevo propósito y una
nueva oportunidad.
Las imágenes que se muestran fueron encontradas en la red,
tienen sus propios autores y/o dueños, solo se han colocado como información y guía
del tema que estamos tratando.

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